Como el año pasado, la Champions volverá a vivir una semifinal entre el Real Madrid y el Manchester City. Los dos mejores equipos de la competición que, seguro, regalarán una eliminatoria con alternativas, buen fútbol y muchos goles.

Erling Haaland acudirá al Santiago Bernabéu. No falló el noruego en su cita con el gol a pesar del penalti fallado. Esta vez en el Allianz ante un Bayern Munich que se quedó muy lejos de la 'machada' y dice adiós a Europa un año más (1-1 final con gol de Kimmich de penalti).

A pesar de que necesitaban tres goles los alemanes, ni mucho menos se volvieron locos en la salida. Sané tuvo la más clara en un mano a mano con Ederson, pero la mandó desviada. Volvía a fallar de cara a portería como en la ida. Y en eliminatorias así no se puede perdonar.

También perdonó Haaland. Y desde el punto de penalti. Mandó el lanzamiento alto. Pudo sentenciar y dejó vivo al Bayern. Pero no llegaría ningún gol en esa primera mitad.

Y eso que los de Múnich empujaron en la conclusión. Coman pudo hacer el primero. También Choupo-Moting. Pero Ederson volvió a estar acertado. Necesitaban mucho más lo de Tuchel para al menos acercarse en el marcador.

Haaland perdonó una vez. No dos. Sentenció los cuartos de final en el 57. A la contra, en velocidad, dejó sentado a Upamecano y mandó callar al Allianz Arena. Era el que convertía al City en el rival del Real Madrid en semifinales de Champions.