El nuevo formato de la Copa del Rey, ideado por Luis Rubiales, ha incrementado las opciones de los equipos pequeños. Tanto que el Barcelona rozó el ridículo en Ibiza. Una debacle que evitó Griezmann en los últimos veinte minutos, con un doblete que remontó el tanto inicial de Javi Pérez. Sin Messi, el Barça estuvo perdido en el Estadio Can Misses, hasta que el francés asomó en el desenlace (ni un solo disparo a puerta en toda la primera mitad).

Apenas habían transcurrido 17 minutos cuando el Ibiza se adelantó en el marcador. Javi Pérez remató un centro lateral, la pelota golpeó en un compañero y distrajo a Neto, que a pesar de su estirada no llegó a alcanzar la pelota. El Barcelona, absolutamente perdido, acumulaba, eso sí, la posesión. Una posesión plana, sin profundidad.

El VAR todavía no ha llegado a la Copa del Rey. Y en Can Misses lo echaron de menos. Ángel Rodado derribó a Lenglet en una disputa en el área para posteriormente disparar al fondo de la red, pero el colegiado anuló el tanto por una falta previa. El delantero, eso sí, apenas protestó.

Con el paso de los minutos, el guion del encuentro se mantuvo. Posesión para el Barça, llegadas para el Ibiza. Raí se encontró con el poste y Rodado, en el rechace, disparó a los puños de Neto, que despejó a saque de esquina. Quique Setién se marchó en el entretiempo con cara de pocos amigos. Su Barça estaba siendo superado por un equipo de Segunda B.

No mejoró el cuadro azulgrana en el segundo acto. Incrementó la circulación de balón, pero siguió sin asomarse a la portería de Germán Parreño. Quién le iba a decir al guardameta que tendría tan poco trabajo en un duelo contra el Barça. El primer tiro a puerta no llegó hasta el minuto 68. Fue obra de Rakitic, que como el resto del centro del campo, sufrió ante la intensidad de la medular ibicenca.

Y en el segundo disparo asomó el gol. Un precioso envío en profundidad de De Jong dejó solo a Griezmann, que definió pegadito al poste. Y el francés, en el descuento, anotó el gol definitivo que supuso la remontada. El Barça, eso sí, sufrió de lo lindo ante un equipo de Segunda B, el Ibiza, que en muchos momentos fue superior.