Antoine Griezmann es uno de los grandes nombres del Atlético esta temporada. El galo, que marcó ante el Athletic su gol número 100 con los rojiblancos, se lució en San Mamés ante los vascos dando la victoria a los de Diego Pablo Simeone y siendo, de nuevo, titular tras el acuerdo alcanzado por la entidad del Metropolitano y el Barça.

Y es que Simeone, un "hombre de club" como el mismo se definió, tenía limitados los minutos para el francés al saber que, de utilizarle durante 45 minutos o más en el 50% de los partidos en los que Griezmann estuviese disponible, el Atleti debía pagar al Barça un total de 40 millones de euros.

Eso ya no va a suceder, y Griezmann está ya en el lugar en el que por rendimiento debía y debe estar: en la titularidad. Ante el Athletic fue, junto con Reinildoy Grbic, el gran nombre del partido.

"Sé que la gente lo quiere escuchar de mi voz"

Marcó, y después de los 90 minutos de encuentro habló ante los medios presentes en el verde bilbaíno para decir algo que la afición del Atlético quería escuchar desde hace tiempo.

"Sé que la gente lo quiere escuchar de mi voz. Pido perdón por el daño que pude haber hecho a la gente", afirma Antoine.

Y sigue: "El mayor perdón que quiero pedir es sobre el campo, dando todo por el equipo y con noches como esta. Es el camino a seguir pese a no poder ganar al Brujas".

"Es un orgullo haber podido renovar y ser completamente un atlético", sentenció Griezmann sobre el asunto.

Todo por cómo se marchó al Barça en 2019, tras una renovación multimillonaria en verano de 2018. Las formas no gustaron a la afición, y en su regreso levantó incertidumbre sumando pitos y aplausos por partes iguales.

Los silbidos han desaparecido, y ahora Griezmann, queha dejado claro su amor en redes por el Atlético, ha querido pedir perdón a la hinchada rojiblanca.

'Operación Brodie'

Kosmos recurrirá el bloqueo de su cuenta por considerarlo "desproporcionado"

En un comunicado, la empresa alega que "ni Kosmos ni Gerard Piqué tienen la condición formal de investigados", añadiendo que "no hay nada que implique un delito" cometido por ninguna de las partes.