Poco tardó el Real Madrid en ponerse por delante ante el Athletic Club de Bilbao. Los blancos, hoy de morado, anotaron ya en el minuto 8 ante los rojiblancos, hoy de blanco, en el Santiago Bernabéu gracias a un gran gol de Rodrygo ante el que nada pudo hacer el arquero de los vascos.

Y es que se sacó el brasileño un tremendo zapatazo. Un derechazo desde la frontal potente y bien resuelto que cogió completamente desprevenido a Agirrezabala.

Corría el minuto 8 cuando el brasileño, que formaba en ataque con Brahim, hizo una de esas jugadas que tanto le gusta. Desde la izquierda hacia el centro, y para dentro.

Cogió la bola en tres cuartos de campo, por esa banda izquierda. Conduciendo la bola se fue perfilando para su derecha y llegando a la media luna del área sin que nadie fuera capaz de quitarle el cuero. En esas, ni se lo pensó.

Un 5,8% tenía de acabar en gol... pero así fue. Porque eso fue bastante para Rodrygo. Para que el brasileño decidiera a disparar desde dicha posición y con un potente disparo batir al portero del Athletic.

Fue el primero de los de Ancelotti, y el Bernabéu bien reconoció el gran gol que acababa de anotar un futbolista que se siente tremendamente cómodo partiendo desde la banda izquierda y yendo al medio.