Dicen que lo que mal empieza mal acaba... pero en el caso del Real Madrid no. En el caso del Real Madrid es que hasta el final todo puede suceder, comience todo como comience. Ante la Real Sociedad, el 0-1 inicial se remontó en apenas tres minutos con dos golazos. El primero, de Camavinga, y el segundo de un Modric que puso en pie a todo el Santiago Bernabéu.

Porque en un equipo hasta el minuto 40 algo espeso con el gol del galo comenzó la fiesta. Benzema anotó, con una diana anulada por fuera de juego, y llegó el momento del croata. Llegó el momento del Balón de Oro de 2018.

El mediocentro cogió la bola fuera del área, en la frontal. Se midió con Silva, que le dejó el perfil izquierdo y cometió un grave error. Sin prácticamente espacio para maniobrar, el poco que tuvo lo empleó de la mejor forma posible.

Se sacó un zurdazo desde media distancia que fue teledirigido a las mallas de Remiro. El arquero de la Real Sociedad trató de llegar para despejar... pero no, no pudo.

Golazo. Simplemente. Golazo de un Luka Modric que, a sus 36 años (serán 37 este 2022), parece estar en el mejor momento de su carrera, y eso es mucho decir.

Esa remontada 'express' y en un momento clave, justo antes del descanso, hizo un daño tremendo a la Real Sociedad. Los vascos no encontraron el camino que comenzaron a andar con el tanto de Oyarzabal tras un penalti cometido por David Silva.

El PSG está avisado de lo que tiene por delante, pues los blancos no son de los que dan su brazo a torcer por más complicadas que estén las cosas.

Eso en la Champions League, porque en LaLiga todo está tan encaminado que si se les escapa tan solo será por su culpa. La distancia con el Sevilla, y con el resto, va en aumento. Para confirmar su superioridad, 4-1 ante la Real Sociedad.