El paracaidista de Greenpeace que se coló en el Alemania-Francia podría haber perdido la vida en su acto de protesta contra Volskwagen (patrocinador de la Eurocopa) contra sus motores de combustión.

"Kick-Out Oil" ("Fuera Petróleo"), se leía en su paracaídas, en el que el logotipo de la ONG que lucha contra los problemas medioambientales le salvó de un disparo de la policía del Allianz Arena. Así lo ha asegurado el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann.

"Debido a la etiqueta 'Greenpeace', ningún francotirador intervino aquí.
Si la policía hubiera llegado a una conclusión diferente de que podría tratarse de un ataque terrorista, entonces el paracaidista podría haber tenido que pagar la acción con su vida", afirma el Hermann al diario 'Bild', donde expuso que de no haber presentado la identificación de la ONG la policía tenía el permiso para disparar.

"Porque en la situación habría estado justificado que la policía usara armas de fuego. Por lo tanto, es completamente irresponsable en todos los sentidos llevar a cabo tal acción", manifiesta el ministro bávaro, que ha reprobado la maniobra del activista, que aterrizó en el campo después de evitar estrellarse contra una de las gradas del estadio muniqués.

"Solo puedo condenar expresamente a Greenpeace por lanzar repetidamente acciones tan irresponsables. Eso no tiene nada que ver con la protección ambiental bien entendida", sostiene Herrmann.