El entrenador del Villarreal, Fran Escribá, afirmó, tras el empate a uno del partido de su equipo en Zúrich en la Liga Europa, que pudieron ganar por 0-3, pero que al final casi perdieron. "Al final lo hemos pasado muy mal, pero la clave ha estado en que hemos perdonado al rival en muchas acciones claras a lo largo de todo el encuentro", añadió.
Escribá opinó que el equipo había salido a jugar con una actitud muy positivo para tratar de "liquidar" el encuentro, pero que, al no hacerlo, en cualquier error o jugada a aislada puede ocurrir lo que ocurrió.
Así lo indicó en alusión al penalti que supuso el empate en el minuto 86 y a la ocasión de gol del Zurich en tiempo de prolongación que finalmente no subió al marcador al señalar el árbitro una acción antirreglamentaria.
"La clave ahora pasa por ganar en casa al Steaua. Vamos a jugar en un día festivo y a una buena hora ante nuestra gente y solo debemos pensar en sacar el encuentro adelante", agregó.