Serios problemas para Nasser Al-Khelaifi. Esta vez, ni por el futuro de Kylian Mbappé, ni por la vuelta de los octavos de final de la Champions League ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu; el presidente del París Saint-Germain se enfrenta a una pena de cárcel de 28 meses.

Este martes, la fiscalía suiza solicitó el ingresó en prisión del también presidente de beIN Media por lo que la agencia suiza 'ATS-Keystone' ha calificado como "arreglo corrupto".

Presuntamente, el catarí habría 'persuadido' al exsecretario general de la FIFA, Jerome Valcke, para que fuera 'benévolo' con la concesión de contratos televisivos para beIn en África del Norte y en Medio-Oriente de cara a los próximos Mundiales de 2026 y 2030.

Se investiga si hubo un acuerdo sin conocimiento de la FIFA, lo que incurriría en un delito de "gestión desleal" que puede ser penado con cinco años de prisión.

La Fiscalía pide 35 meses para el exnúmero dos de la FIFA dentro del marco de la operación 'FIFAGate' por, presuntamente, haber aceptado una lujosa casa en la Costa Esmeralda de Cerdeña, cuyo valor asciende a los 5 millones de euros que fueron abonados por una sociedad que fue brevemente propiedad de Al-Khelaifi.

"Nada indica que la FIFA habría podido obtener un contrato más ventajoso", explican las autoridades, que apuntan a "pura especulación" y tráfico de influencias por parte del presidente del París Saint-Germain, que habría pagado 480 millones de dólares para los dos Mundiales, un 60% más que los de 2018 y de 2022.