La Fiscalía ha solicitado una pena de dos años y medio de prisión para Luis Rubiales por el beso forzado que le dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial en Sídney el pasado 20 de agosto.
Al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol se le imputan delitos de agresión sexual y coacciones a la futbolista.
Tal y como ha podido saber 'laSexta', también se demanda una indemnización de 50.000 euros y otra solidaria y conjunta con Albert Luque, director de la sección, Jorge Vilda, exseleccionador, y Rubén Rivera, director de marketing.
Para estos tres también se pide una pena de un año y seis meses de cárcel por coacciones al entorno de la delantera.
Cabe recordar que Albert Luqueenvió varios mensajes de WhatsApp a una amiga de Jenni pidiendo que pasara por alto y justificara la conducta de Luis Rubiales.
En esos mensajes se hacía alusión a que a la jugadora, por su edad, le quedaban dos años de carrera, y que si en este momento le ayudaba, seguramente le podría conseguir un puesto en la Federación.
Posteriormente acusó a Jennifer Hermoso de mala persona, deseándole que se encuentre muy sola en la vida y anunciándole que se alegraría si eso sucediera.
El 'pelotazo' turístico en Cabo Verde
En la mañana de este miércoles ha salido a la luz conversaciones entre el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol y el empresario Francisco Martín Alcaide, 'Nene', en las que hablan sobre buscar "terrenos disponibles para desarrollo turístico" en el país africano.
Rubiales, con contacto con el embajador en España del país africano, Ney Cardoso, y con un ministro local, está siendo investigado por presuntos delitos de corrupción como el cobro de comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones al tratar de propulsar un negocio hotelero allí.
Además del beso forzado a Jenni Hermoso en la pasada final del Mundial y este caso, al expresidente de la RFEF está en el foco de la polémica por los contratos de ampliación del estadio de La Cartuja, su relación con Koldo García o por el presunto cobro de pagos de la constructora Gruconsa a través de una empresa de su amigo Nene.