La Fiscalía denunciará al FC Barcelona por los pagos realizados al que fuera vicepresidente de los árbitros (Comité Técnico Arbitral), José María Enríquez Negreira, entre los años 2001 y 2018. El organismo acusará al club de corrupción entre particulares y administración desleal, según ha confirmado 'laSexta'.

Además, también se presentará otra denuncia contra Josep María Bartomeu, quien fuera presidente de la entidad durante al año 2018, el último en el que Negreira cobró del club azulgrana. El motivo de esta denuncia a Bartomeu es que son los únicos ejercicios que no han prescrito.

La investigación ha determinado que el Barça pagó casi siete millones de euros al que era vicepresidente de los árbitros. Por ello el club será denunciado como persona jurídica por un delito de corrupción de negocios.

Los pagos arrancaron en 2001 con Joan Gaspart como presidente, continuaron con Joan Laporta, Sandro Rossell y Bartomeu. Fue este último el que terminó con los pagos, provocando las amenazas directas de Negreira al club a través de burofax.

Unos correos en los que amenazó al club: "Tengo la firme intención de cursar denuncia ante los juzgados, lo que seguro acarreará consecuencias negativas. Hasta ahora no he iniciado esas actuaciones para, justamente, evitar graves consecuencias, albergando la esperanza de llegar a un debido entendimiento en relación con mi pretensión".

Hace dos semanas que la Policía Judicial entregó sus conclusiones al Ministerio Público. Y ahora la Fiscalía presentará la denuncia contra el Barça como persona jurídica.

Desde el Gobierno, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha asegurado el el problema es preocupante "porque perjudica al conjunto del fútbol español". "En el momento que formalicen vía judicial la acusación podremos actuar, pero el Gobierno no puede hacer antes", ha defendido en la sesión de Control al Gobierno en el Senado.

Las palabras de Laporta

Joan Laporta, actual presidente de la entidad azulgrana, ha remarcado en un acto en la mañana de este martes que el Barça "nunca ha comprado a los árbitros": "Que quede claro que el Barça nunca ha comprado a los árbitros. Nunca, nunca. Rotundamente nunca".