Es la denuncia de Figo casi 20 años después, porque lo que vivió en su vuelta al Camp Nou fue brutal, y como recuerda ahora en un acto de publicidad, dentro del estadio vivió un infierno y "nadie" garantizó "su seguridad".

Pancartas, insultos y una lluvia de objetos cada vez que se acercaba al córner.

Porque poniendo en riesgo su integridad... Figo se sintió totalmente desprotegido en el Clásico de la temporada 2000-2001, que por supuesto, no fue suspendido.