Fede Valverde fue el MVP de la final de la Supercopa de España. Lo fue por su partidazo, siendo un auténtico pulmón en la medular del Real Madrid para frenar en seco al Atlético. Y también fue, posiblemente, el héroe de los blancos ante el Atlético. Porque por sus botas pasó la final, y no por una ocasión de gol para su equipo. Fue por una entrada a Morata por la que vio la roja.

Una roja necesaria. Porque, quitando buenismos, posiblemente muchos lo habrían hecho y prácticamente todos vimos claro que, en esa jugada, el uruguayo iba a hacer lo que terminó por hacer. Fue al final de la segunda parte de la prórroga, con 0-0 en el marcador y con Morata enfilando ya a Courtois... Sí, al final pasó lo que pasó.

Valverde corrió como un gamo para frenar al '9' del Atlético y le cazó. Le cazó en falta, clarísima falta, en la que intervinieron prácticamente sus dos piernas para trabar al del Atleti. Tenía amarilla, y vio la roja directa. Nadie sabe cómo podía terminar eso, pero Morata estaba completamente solo en un mano a mano con Courtois.

Luego, claro está, se lio entre ambos equipos. Empujones, reproches un Carvajal que, sin querer tras ser golpeado por Savic, pisó la frente de un Morata que ya no sabía por dónde le iba a llegar la siguiente. Terminó con un chichón, y sin poder tirar penalti alguno en la tanda debido al cansancio.

Sin duda alguna bien puede ser Fede Valverde el hombre del partido. No tiró penalti alguno, pero a saber si sin él habría habido lanzamientos desde los once metros.

Hizo lo que había que hacer. Lo que pasó por la cabeza de muchos que iba a hacer. Se sacrificó, directamente, por su equipo en una jugada que tenía bastantes opciones de acabar en gol del Atlético.