La victoria del Real Madrid en Mestalla ante el Valencia fue muy importante. Remontada y liderato para los chicos de Carlo Ancelotti, que celebraron el triunfo sobre el verde.

A la salida del estadio, Eduardo Camavinga lo hizo con la afición blanca. Al dirigirse al autobús y ver a los aficionados, alzó las manos ante el delirio de la hinchada.

Lo hizo una segunda vez después de acceder de nuevo al recinto, y de nuevo alzó los brazos, recibiendo los reclamos de los aficionados con camisetas del Real Madrid allí presentes.

Josep Pedrerol ha celebrado en 'Jugones' la actitud del joven galo: "Apetece ver jugadores felicidades. Tanto amargado, carai".