México ha sufrido y un nuevo temblor de una magnitud de 7,1 en la escala de Richter que destruyó edificios y provocó un pánico generalizado con miles de personas en las calles temerosas de volver a sus casas.

Esta vez el sismo se sintió con más fuerza que el registrado el 7 de septiembre, de magnitud de 8,2 en la escala de Richter, dado que el epicentro fue más cercano.

Miles de efectivos trabajan a pico y pala y sin luz para rescatar a los sepultados por los derrumbes de edificios. Al menos 216 personas han perdido la vida, según han comunicado las autoridades mexicanas.

Además, muchos edificios se han caído al suelo y son múltiples las infraestructuras que presentan daños. Una de ellas es el emblemático Estadio Azteca de Ciudad de México, que presenta daños estructurales tras el sismo.