El Espanyol ganó al Tenerife en el RCDE Stadium y se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey tras remontar un gol para enmarcar de Acosta en el minuto diez gracias a un tanto de penalti, inexistente, materializado por Gerard Moreno a la media hora. Tras el empate a cero de la ida, una diana más daba el pase al conjunto canario.
De todos modos, tras el descanso, con el anfitrión renovando su apuesta ofensiva, Granero amplió la distancia y Sergio García, en el descuento, firmó la sentencia. Juan Carlos puso el 3-2 final desde fuera del área antes del pitido del árbitro.
Diez minutos tardó el Tenerife en instalar la histeria en la grada. Acosta disfrutó de un pasillo con todas las comodidades en la medular y, metros antes de la frontal, asestó un latigazo que cogió por sorpresa a Diego López. El 0-1 del hondureño era el peor escenario para los locales y la mejor sorpresa para el visitante.
El conjunto canario redujo los riesgos y dio un paso atrás, aunque el Espanyol tampoco mostraba una versión especialmente incisiva. Tiros tímidos de Granero y Diop fueron todos los avisos, tímidos, del anfitrión. El Tenerife intentaba responder a la contra, sin tanto éxito como en el tanto inicial.
Nadie hacía méritos para mover el resultado, a excepción de Iglesias Villanueva. El árbitro señaló un penalti por supuestas manos de Jorge Sáenz, que se encontraba claramente fuera del área. Gerard Moreno fue el encargado de lanzar la pena máxima en el 36: 1-1 con la pierna izquierda y con el balón pegado al poste derecho. Había nervios. La primera parte acabó con numerosas amarillas.
Tras el descanso, el Espanyol siguió con las mismas revoluciones, con un lanzamiento al palo de Moreno. Los catalanes iban a por el partido y Quique Sánchez Flores movió el banquillo para buscar el gol: entraron Sergio García y Darder por Álvaro y Diop.
La insistencia local tuvo premio. Granero daba el pase virtual a los octavos de final con zurdazo desde fuera del área en el minuto 56. El centrocampista, tras combinar con Melendo, mandó la pelota a la escuadra y colocó el 2-1 en el marcador.
Eran momentos duros para el Tenerife, algo atenazado. El técnico del bloque canario, José Luis Martí, realizó un doble cambio para reactivar a su equipo: entraron Aitor Sanz y Brian Martín. Mientras, en el minuto 64, Dídac Vilà pidió penalti al árbitro tras caer en el interior del área.
El colegiado gallego no pitó nada. El Tenerife apretó con un latigazo de Aitor Sanz que pasó muy cerca del larguero, consciente de que un empate les metía en octavos.
El Espanyol, que lamentó la lesión de Javi López en el 72, tenía el control del partido, pero el ímpetu canario no permitía ninguna relajación. En los últimos compases, y con el conjunto visitante buscando a la desesperada el gol, Sergio García culminó una contra impecable.
El delantero aprovechó, ya en el descuento, la carrera por la banda y la asistencia de Marc Navarro. Era la sentencia para un choque en el que faltaría un tanto. Juan Castro asestó un último derechazo a la escuadra en el minuto 94. Ya no había tiempo para más sorpresas. El Espanyol está en octavos y el Tenerife seguirá centrado en la liga.