Un histórico en apuros. Eso es actualmente un Espanyol que no levanta cabeza esta temporada. Los catalanes empiezan ya a sentir muy de cerca el fuego de la Segunda división en un curso en el que, tras 18 partidos, apenas han ganado dos encuentros y suman tan solo 10 puntos.

Pobre, muy pobre bagaje para un club acostumbrado a estar en la zona media de la tabla y, a partir de ahí, a soñar con cotas más altas como es llegar a una Europa League en la que siguen vivos esa temporada. Con todo, la competición de la regularidad les ha dado la espalda, y el descenso ya planea sobre el club periquito.

No es para menos. Desde la jornada 10 no ganan un partido, cuando derrotaron por 0-1 al Levante en el Ciudad de Valencia. Además, aparte de ese encuentro tan solo vencieron al Eibar en la cuarta fecha del calendario. Sus números son tan preocupantes que en el RCDE Stadium, en su casa, suman cero victorias, dos empates y siete derrotas.

Nadie recogió el testigo de Borja Iglesias

La afición ya se teme lo peor de un proyecto que empezó torcido con el adiós de Rubi y también con el de su '9', Borja Iglesias. El delantero fue la punta de lanza del cuadro catalán durante la pasada temporada, pero decidió irse al Betis junto con el entrenador con el que coincidió en el Espanyol.

Nadie ha tirado del carro, salvo Sergi Darder que es quien más galones ha cogido en el equipo. En las áreas, flojísimos. Doce goles a favor, el que menos de Primera, y, ojo, 34 en contra. Ahí sí son el que más llevan. El cambio de entrenador no dio los resultados esperados.

David Gallego comenzó la temporada, pero en octubre ya estaba fuera. Su lugar lo ocupó Pablo Machín, que no ha dado los resultados esperados y que además llegó incluso a cargar muy duramente contra sus jugadores. Nada invita al optimismo en el Espanyol.

El último ascenso, hace 25 años

Lo peor es la espiral en la que está metido un club que en sus vitrinas cuenta con varias Copas del Rey. El Espanyol siente muy cerca el calor de la Segunda división, una que no pisa desde que ascendiera en 1994.

Con José Antonio Camacho en el banquillo y con ilustres como Toni y Jordi Lardín, los de Sarría lograron el ascenso y desde ese momento no volvieron a pisar la categoría de plata. Sufrieron en alguna que otra ocasión, pero siempre se mantuvieron en la élite del fútbol.

Deben hacer una segunda vuelta casi perfecta

Ahora van a tener que sudar y que remar a contracorriente. Que superar cada ola de un mar revuelto en el que es más complicado navegar con cada jornada que pasa. Dos victorias en 18 partidos, escaso bagaje. La salvación suele estar en 40 puntos... y ellos a falta de un encuentro para acabar la primera vuelta suman 10. Se avecina sufrimiento para uno de los históricos del fútbol español.