Empezó con susto y el final del partido fue absolutamente de locos. Una prórroga forzada por Croacia en apenas cuatro minutos y dos goles de Álvaro Morata y Mikel Oyarzabal en la primera parte de la prórroga.
Del terrible percance entre Unai Simón y Pedri a los goles de Morata y Oyarzabal. Ese fallo, que adelantó a Croacia en la primera mitad, acabó quedando en una anécdota. Porque pasó de todo en la segunda mitad. Pablo Sarabia, Cesar Azpilicueta y Ferran Torres fueron los goleadores de España... antes del caos final.
El primero, antes del descanso, fue obra del delantero del Paris Saint-Germain, que volvió a ser fundamental en España a pesar de llegar a esta Eurocopa con el cartel de tapado. El empate al descanso dio tranquilidad a un Simón que fue consolado por David de Gea antes de acceder al túnel de vestuarios.
Todo cambió en la segunda mitad, con una España mucho más profunda y veloz. Una jugada total, en la que casi la totalidad del equipo español tocó la pelota, Azpilicueta acabó metiendo un cabezazo en área pequeña que ponía a los de Luis Enrique por delante.
Minutos después, Ferran Torres aprovechó que la defensa croata se durmió. Ganó la espalda a Gvuardiol y definió a la perfección ante Livakovic. El 1-3 parecía dar tranquilidad, pero no fue así. Croacia acortó distancias a través de Orsic. Un gol que concedió el colegiado al traspasar la línea de portería por centímetros.
España no resistió y concedió el empate en el descuento. Pasalic mandó el partido al tiempo extra con una España que parecía estar en la lona. Pero por segunda vez se volvió a levantar.
Primero Morata y después Oyarzabal sentenciaron el encuentro, que finalizó con un 5-3 absolutamente de locura. España sigue viva en el campeonato y disputará los cuartos de final el próximo viernes.
Considerado "parte activa"
La UCO sostiene que Piqué fue "parte activa" en el contrato de la RFEF de Rubiales con Arabia Saudí para la Supercopa
El contexto Según el informe de la UCO al que ha tenido acceso laSexta, los investigadores atribuyen al exjugador un papel más relevante del que se creía en la adjudicación del contrato de la Supercopa de España.