Un error de comunicación incomprensible y más con un Camp Nou vacío. Los gritos de los futbolistas se escuchan incluso en la retransmisión televisiva. Pero en la acción más desafortunada del Getafe parece que no los hubo.

Los protagonizaron Sofian Chakla y David Soria, central y guardameta del Getafe. El defensa cedió atrás a su portero, que había salido de su portería para despejar. La pelota se marchó hacia la portería ante la impotencia de Soria y la mirada de pocos amigos de José Bordalás.

Fue el 2-1 para el FC Barcelona, que había visto pocos minutos antes cómo le empataban también con un gol en propia puerta de Clement Lenglet.

Leo Messi fue el encargado de los otros dos tantos. El primero llegó justo después de reventar el larguero con un disparo fortísimo desde fuera del área. Superó a Soria en el primero tras un pase majestuoso de Sergio Busquets y en el segundo se aprovechó de un rechace del poste. Dos para el argentino en apenas 45 minutos, muy activo buscando la portería rival en cada oportunidad.

El Getafe encontró su gol con otro error de la defensa rival. Ángel remató un centro lateral y la pelota tocó en Lenglet para dejar a Ter Stegen maniatado. Ese fue el empate de los azulones, pero la alegría duró demasiado poco.

Y cuando iba 3-1, tras los cambios de Bordalás en el descanso, el Getafe acortó distancias en los pies de Enes Ünal. Araujo cometió penalti y el delantero no perdonó. El partido, a falta de 20 minutos, volvía a ponerse interesante. El Getafe acosaba y Ronald Koeman la tomó con Óscar Mingueza, a quien sustituyó después de una tremenda bronca desde la banda. Todo hacía indicar que no quería que su jugador subiera la banda tan de continuo.

El Barça sufrió más de la cuenta, pero a falta de cuatro minutos sentenció el encuentro con un gol de Ronald Araújo, que olvidó así su penalti cometido, con una asistencia desde el córner de Messi. Antoine Griezmann cerró la goleada desde la pena máxima. Los culés respiran y siguen de lleno metidos en la lucha por LaLiga.