Contra el vigente campeón, sin haber ganado nunca en el Etihad, con el Manchester City sin perder en casa en Champions desde 2018 y en Premier desde hace año y medio... todo arrancaba en contra del Real Madrid en la vuelta de los cuartos de final, pero ya es una certeza que el conjunto blanco se siente cómo con los imposibles.

Y ese coraje, esa garra, ese 'ADN' se vio en el gol del cuadro de Carlo Ancelotti. Control 'Zidanesco' de Jude Bellingham, apertura a un incombustible Fede Valverde, prolongación a Vinicius Jr. y asistencia del brasileño a su compatriota Rodrygo, que no a la primera pero sí a la segunda convirtió el tanto.

Apenas era el minuto 12 y el conjunto blanco ya había cumplido con la misión del gol... y ahora tocaba aguantar.

Aguantar las constantes incursiones por banda, los centros, los remates, los cambios de juego, las coberturas, los marcajes... todo un ejercicio de supervivencia ante el equipo de Guardiola.

Y con un Carvajal inmenso, un Lunin solidísimo o un Camavinga omnipresente aguantó las embestidas de los Haaland, Foden, Grealish, Bernardo Silve y De Bruyne... hasta el 76'.

A falta de menos de 15 minutos para el final, con el Madrid prácticamente encerrado en su área, una internada de Doku terminó en gol del mediapunta belga.

El partido llegaría a la prórroga y la tónica no cambiaría en los 30 minutos añadidos mientras las lesiones afloraban y las fuerzas flaqueaban.

Una tanda de penaltis para la historia

Los dos equipos que posiblemente sean los mejores del mundo frente a frente desde los once metros por un billete a semifinales de la Champions League.

Empezó anotando Julián Álvarez, falló Luka Modric, erró Bernardo Silva, marcó Jude Bellingham, falló Kovacic, adelantó Lucas Vázquez al Real Madrid, anotó Foden, replicó Nacho y tras anotar Ederson, Rüdiger dio la victoria al conjunto blanco tras una eliminatoria histórica.