Qué gran duelo se vio en Mestalla. Qué partido de poder a poder mantuvieron el Valencia y el Atlético. Qué forma de competir. Y todo eso a pesar de que los 90 minutos concluyeran con un 0-0 en el luminoso. Resultado gafas a orillas de Turia entre dos equipos igualados que lo dejaron todo tanto en ataque como en defensa, pero que no pudieron ni supieron romper un marcador que deja un punto en cada bando.

Por fin se puede decir que sí, que este Valencia es un gran Valencia. Que este Valencia, tras un par de años a la deriva, tiene identidad. Tiene sangre. Tiene garra. Tiene un ADN competitivo que hacía tiempo no se veía a orillas del Turia. El Atlético empezó mandón, rebelde en Mestalla. Buscando un gol que Neto evitó en un tiro envenenado de Correa. Pero los de Marcelino no agacharon la cabeza.

Es más, hicieron todo lo contrario. Se levantaron. Se pusieron de pie e igualaron el envite en una primera mitad de poder a poder. Con rapidez de ideas. Con Kondogbia en plan escoba barriendo todo lo que le llegaba por sus dominios y con un ataque ágil y veloz. Cayendo a bandas. Complicando la defensa de los hoy amarillos y la salida del cuero por parte de Thomas, Koke y Saúl. Tuvieron alguna, como también una tuvo un Atlético en botas de un Carrasco que demostró que la izquierda no es su pierna de mayor confianza.

Estaba el encuentro como a los técnicos les gusta. Táctico. Serio. Sin fisuras. Sin opción a los velocistas y con Atlético y Valencia controlando al milímetro cada acción. Ninguno se daba por vencido, y ninguno lograba vencer mas no por ello se rendía. Con todo, la afición de Mestalla también disfrutaba con un equipo que ha regresado.

Que bien pudo llevarse el envite en el segundo acto. A pesar de una buena intervención de Neto, los che parecían estar más cómodos, territorialmente, que el Atleti. Gabriel pudo marcar con la testa, y la salida de Gaitán, lejos de calmar las aguas, rompió por completo el partido. Buscaban la velocidad de Gameiro y Torres los del Cholo, y buscaban a Guedes los valencianistas para penetrar la zaga madrileña por la banda. Ninguno logró imponerse. Y cualquiera de los dos podría haberlo hecho.

Un punto para cada uno. Un punto justo. Un punto que viendo cómo está este Valencia bien le puede saber al Atlético sabiendo que jugaban en Mestalla. Y sabiendo que a Mestalla iba todo un Atlético bien le puede saber también al Valencia. Ahora el Atleti tiene por delante su asignatura pendiente: comienza la Champions League.