El cariño y la complicidad entre compañeros de vestuario es necesario para el correcto desenvolvimiento de las relaciones interpersonales en la plantilla.

Sin embargo, Dimitri Payet, jugador del Olympique de Lyon, se propasó con su compañero Bouna Sarr, propinándole un beso en la boca. La cara de Sarr tras el 'piquito' lo dice todo.