Hace dos años, las inundaciones en Mallorca causadas por las riadas acabaron con la vida de hasta 13 personas y con la ciudad. El estadio del Cardassar, que estaba totalmente destrozado, ha sido restaurado.

El propio Nadal ayudó con los destrozos de la ciudad y hasta donó un millón de euros para poder reconstruir el campo de fútbol. Los jugadores han recordado para 'Jugones' cómo vivieron aquel desastre.

"Lo importante eran las vidas de las personas", ha asegurado Jaume Soler mientras explicaba que había que "restaurar las instalaciones, las casas, las viviendas...". Del estadio no había nada recuperable, hasta "el vestuario se quedó sin nada", pero tras dos años de esfuerzo han recuperado la ciudad y el campo de fútbol.

El mensaje final de lo que vivieron está claro: "Tras las desgracias siempre viene algo bonito, hay que pensar en eso".