Kalvin Mark Phillips es uno de los grandes nombres del Leeds de Marcelo Bielsa. El mediocentro, clave en el equipo inglés, ya sabe lo que es ser internacional con Inglaterra cuando Gareth Southgate le convocó ante Islandia y Dinamarca. Sin embargo, su camino no fue precisamente feliz, atravesando una durísima infancia que ha compartido en 'The Times'.
De 24 años, con una madre irlandesa y un padre jamaicano, fue uno de los trillizos que su progenitora tuvo. Sin embargo, una de sus hermanas falleció cuando era pequeña.
El jugador relata cómo fue todo de difícil: "Mi madre pasaba hambre por las noches. Tenía dos trabajos, pero no le llegaba el dinero. Todo para poder alimentarnos".
"Vivíamos en una casa de tres camas. Mi hermano y yo arriba en literas, y mis dos hermanas en los dos dormitorios. Mi madre dormía en el sofá", afirma.
Todo, además, prácticamente sin su padre: "Papá iba a la cárcel, luego salía y hacía lo mismo con mi madre. Ella perdía la paciencia con él".
"Ha estado en prisión, fuera... Se metió en drogas, peleas, todo lo que puedas nombrar. Tuvo una hija a los 13 años y aún mucha gente le llama 'Chalky'", dice.
Ahora, a punto de cumplir 25 años, es una de las claves del Leeds de Bielsa. Kalvin Phillps pudo cumplir su sueño, el de jugar en el equipo de su ciudad, y también el de ser uno de los grandes jugadores del club.