El Real Madrid tiene la misión, siempre complicada, de dar cobijo a sus descartes en otros equipos. Uno de los señalados de la operación salida blanca es James Rodríguez, que tiene hasta el 29 de julio de vacaciones y que, más que posiblemente, no continuará a las órdenes de Zidane.

El francés no le quiere, y ya ha dejado todo en manos de Florentino Pérez y de los dirigentes del Atlético. Gil Marín ya confirmó prácticamente la oferta rojiblanca por un jugador que es muy del gusto de Simeone.

Sin embargo, el Nápoles no se rinde. Eso sí, los italianos quieren al jugador cedido con opción de compra obligatoria y el Real Madrid solo contempla una venta inmediata. El Atlético sí daría a los blancos lo que piden.