Ocho goles. Eso es lo que hubo en La Cerámica. Eso es lo que pudieron disfrutar los presentes al campo del Villarreal. Los que vieron en vivo el partido entre los amarillos y el Real Madrid. Ocho goles en un 4-4 que fue un espectáculo para la hinchada y para todo aquel que disfrute del fútbol de ataque en un duelo entre el equipo de Ancelotti... y don Alexander Sorloth.
Porque el noruego, el delantero de los de Marcelino, se lució ante el Real Madrid. Cuatro goles marcó su equipo, cuatro goles fueron suyos. Sí, poker. Poker que pudieron ser más para él. Porque el Pichichi de LaLiga convirtió en oro todo aquello que tocaba.
Le daba lo mismo con la cabeza que con el pie. Le daba lo mismo quien le estuviera marcando. Daba lo mismo Rudiger. Daba lo mismo Militao. A quien tocase romper le rompía. Y ante eso... poco. Porque donde Haaland no pudo, él se exhibió.
Y mientras, Guler. El turco del Real Madrid demostró que puede dar, que va a dar, muchísimo al Real Madrid. No ha jugado demasiado, pero cuando lo ha hecho vaya si ha aprovechado los minutos. Minutos de calidad, como se suele decir. Minutos que en La Cerámica disfrutó.
Todo parecía resuelto... pero Sorloth
Dos tantos marcó. Abrió la lata el otomano, con un gran tanto que fue su quinto gol en cinco disparos en LaLiga. Control total, giro, zurdazo... y a la red. Eso para empezar.
Para antes del entretiempo dejó su segundo sello. Guler, en el 47, marcó el por el entonces 1-4 que parecía definitivo con otro golazo espectacular. Pase de Lucas al desmarque de Arda y al segundo palo.
Parecía todo sentenciado, pero Sorloth tenía algo que decir. Un tanto anotó antes del entretiempo; tres tantos hizo después del paso por vestuarios. Va a haber un verano interesante en Villarreal.
Sorloth se marcó un Haaland
Porque el delantero noruego ha marcado 23 tantos en 37 partidos. En la Premier, y a saber si en LaLiga, a buen seguro han tomado nota de tremendos números...