Otra vez en alerta por garantizar la seguridad. El fútbol vuelve a ver una señal de prohibido a la hora de celebrar una final de la Copa Libertadores en Sudamérica. Si el año pasado los disturbios ocasionados a las puertas del Monumental obligaban a llevar el último partido de la máxima competición continental a España, en concreto al Santiago Bernabéu, este año la ola de protestas en las calles de Chile obligan a cancelar el Estadio Nacional de Santiago como sede ya fijada para la final entre River Plate y Flamengo del próximo 23 de noviembre.

La CONMEBOL se encuentra reunida en estos momentos y las opciones que se barajan, en principio, son Lima, Asunción, Montevideo y Bogotá.

No se piensa en mover por segundo año consecutivo el acontecimiento fuera del continente, y ya son diversas las autoridades que se ofrecen al organismo para acoger la Final. Por ejemplo, el alcalde de Medellín: "Como nosotros sabíamos que lo de Chile está enredado, simplemente el mensaje que yo he enviado es que justamente en caso de que comiencen a contemplar otras sedes, Medellín puede ser una opción", propuso Federico Gutiérrez.

Una incertidumbre que no afecta a la fecha, puesto que la cita seguirá siendo el 23 de noviembre.

Seguiremos atentos a esta reunión trascendental que cuenta también con los presidentes de River Plate y Flamengo, y que, de momento, sigue su curso...