El Eibar, muy superior desde el inicio del encuentro, humilló en Mestalla al Valencia, un equipo sin ideas que, además, jugó todo el segundo tiempo en inferioridad numérica por la expulsión de Carlos Soler.
Antes de esa acción, el equipo vasco ya había impuesto su ley con sus futbolistas mejor posicionados sobre el terreno de juego en un duelo que a nivel táctico ganó su entrenador, José Luis Mendilibar. Con 0-2 se llegó al descanso y el espléndido gol de Dani García en la reanudación cerró un partido en el que el Eibar no dio ninguna opción al conjunto local, al que le marcó un cuarto tanto.
Fue un partido en el que el Eibar se hizo el amo desde el principio e impuso su ley con una presión muy próxima a la defensa local arriba que el Valencia no fe capaz de superar. Pese a ello, en una de las pocas ocasiones del primer periodo para los locales, un centro de Gayà pudo haber supuesto el 1-0, pero el cabezazo de Zaza salió fuera.
El equipo vasco jugaba cada vez más cerca de la meta de Alves y Arbilla dispuso de una buena ocasión de gol previa al 0-1 que llegó en un centro de Escalante rematado de forma espectacular por Sergi Enrich.
No reaccionó el Valencia tras el gol visitante y limitó sus aproximaciones a un par de centros sin apenas peligro de Gayà, hasta el punto de que el conjunto vasco no necesitó variar su planteamiento porque el rival apenas le inquietaba y su centro del campo no existía.
En el último minuto de la primera parte el colegiado consideró penalti y expulsión un manotazo de Carlos Soler a Escalante, que previamente le había golpeado, y Adrián hizo el 0-2.
El Eibar salió tras el descanso con dos goles de ventaja, un hombre más y un rival sin ideas: el partido se le había puesto muy de cara y ante esa circunstancia el técnico local, Salavdor González "Voro" hizo debutar al chileno Fabián Orellana y pasó a jugar con un 4-4-1.
Mejoró ligeramente el equipo local, pero no llegó a incomodar al Eibar que, con tranquilidad, esperaba que le llegara una nueva oportunidad ante un equipo obligado a arriesgar y que abrió mucho sus líneas.
Así, en un empalme desde fuera del área que entró por la escuadra, Dan García hizo un gol espectacular que cerró definitivamente un encuentro que a partir de ese momento se jugó al con la reiteración del cántico en las gradas de "Peter vete ya" en alusión a Peter Lim, máximo accionista del club.
Quedaba media hora y el encuentro estaba resuelto a favor del Eibar, que mantuvo el control del juego e impidió las aproximaciones locales a la meta de Yoel, portero cedido por el Valencia al equipo eibarrés.
A diez minutos del final, algunos seguidores del Valencia ya habían abandonado el estadio para abuchear a los dirigentes del club ante la tribuna, mientras dentro transcurrían los minutos y el Eibar jugaba a placer. Un pase de Fran Rico permitió que Sergio Enrich ampliará la cuenta con el 0-4 y convirtió el partido en un festival para su equipo y en un suplicio para los locales y que acabó con el estadio casi vacío.