El Celta de Vigo se acerca a la zona europea de la Liga después de lograr una sufrida vitoria (1-0) ante el Alavés con un gol de Radoja en el minuto 89, tras un partido gris, con pocas oportunidades y en el que el Alavés tuvo un jugador menos durante toda la segunda parte por expulsión de Feddal. El Alavés no perdía desde mediados de noviembre; el Celta ganó hasta ahora sus cuatro partidos de 2017 .
El primer tiempo apenas tuvo grandes oportunidades. El Alavés contuvo bien al Celta, con menos ritmo del habitual en su juego, pese a que solo Cabral, Roncaglia y Radoja habían sido titulares esta semana en el partido de Copa ante el Valencia Sin velocidad, con poca conexión del centro del campo con el trío de arriba, y sin conseguir adueñarse de la pelota, el peligro del Celta durante la primera mitad solo llegó en un tiro de Iago Aspas que, tras asociarse en una pared con Wass, quedó solo ante Pacheco (min.7) y en un centro lateral que no logró rematar Guidetti (min. 27).
El Alavés exhibió orden. Se sintió cómodo en Balaídos en la primera parte, pues anuló el centro del campo del Celta. También tuvo fases donde dominó la pelota. Se acercó a la portería de Rubén: la mejor ocasión fue un lanzamiento de falta lateral de Ibai (min. 26); menos claros fueron los tiros desviados de Edgar y Kiko Femenía en los minutos finales.
Después de un primer tiempo gris, y con la posesión de la pelota muy repartida, la segunda mitad abrió con la expulsión del marroquí Feddal por doble tarjeta amarilla. El guión cambió durante media hora. El Alavés replegó sus líneas; el Celta tuvo la pelota, pero ese dominio apenas le garantizó ocasiones de gol. Al Celta le faltó ritmo, ideas en ataque. Las ocasiones siguieron siendo escasas: el Alavés asustó con un cabezazo de Manu García a la salida de un córner y minutos después Roncaglia contestó con un cañonazo desviado.
El Celta, pese a tener un jugador más, sufrió para crear peligro. Y comprobó, además, que el Alavés, muy ordenado, con el paso de los minutos dio un pase hacia adelante, hasta rozar el gol en un contragolpe cuando Theo se plantó ante Rubén, que sacó una mano salvadora (min. 79). Fue la mejor ocasión vitoriana, difícilmente mejorable.
El Alavés resistía el empuje gallego y el Celta, con poca claridad en su juego, se refugió en la banda derecha de Hugo Mallo en el cuarto de hora final. El defensa metió primero un buen centro que cabeceó Aspas (min. 84) y después lanzó un balón envenenado que acabó en el poste (min. 86). El Celta siguió acosando. Sin brillantez, pero esa insistencia por buscar el gol tuvo premio en el minuto 89 cuando Radoja recogió un centro y definió desde la zona central del área con brillantez, y frialdad.