¡Bienvenidos al show de Leo Messi! El argentino destrozó la defensa del Espanyol e hizo saltar por los aires todo el sistema de Quique Sánchez Flores con una exhibición al alcance de una sola persona: él mismo. A la magia de Leo se añadió la pegada de Suárez, autor de dos goles, y la clarividencia de Iniesta. Demasiados argumentos para que el Espanyol saliera vivo del Camp Nou.

Poco tardó el Barcelona en abrir el marcador. Iniesta se inventó un pase teledirigido que Suárez controló de forma magistral en carrera para batir con un toque cruzado Diego López. El tanto no descompuso el equipo perico que llegó vivo al descanso y con la sensación de poder poner en aprietos a los de Luis Enrique.

Pero Leo Messi decidió adelantar las navidades con dos jugadas de puro mago. Primero se fue de un enjambre de jugadores del Espanyol con todo tipo de recursos -caños, cintas, regates- para propiciar el rechazo que supuso el segundo gol de Suárez.

Acto seguido se inventó otra jugada para habilitar a Jordi Alba que hizo el tercero con un fuerte disparo cruzado. Dos jugadas maravillosas que acabaron con el Espanyol por mucho que David López acortara distancias tras una gran jugada del Espanyol.

El Espanyol trató de resurgir pero el show de Leo aún no había acabado. En la recta final agarró un balón por banda derecha y tras un pared celestial con Luis Suárez batíó por debajo de las piernas a Roberto, que había entrado por la lesión de Diego López.

La victoria permite a los de Luis Enrique recuperar la segunda plaza de la Liga y colocarse a tres puntos del Real Madrid, aunque con un partido más que los de Zidane.