Mucho ha llovido desde que en aquel ya lejano 1 de febrero de 2020 Karim Benzema marcase el gol que dio la victoria al Real Madrid en el derbi contra el Atlético. El '9' blanco ha estado 36 días con una sequía importante que ha lastrado a los suyos en algún que otro partido, pero ante el Betis de nuevo se reencontró con la portería.

Sí, fue desde los once metros al transformar un penalti, pero para un delantero con que la pelota entre en las redes el cómo sea es irrelevante. El francés, en una primera parte anodina de un Real Madrid que estuvo a segundos de irse al descanso perdiendo gracias a un golazo de Sidnei, puso la igualada después de que el propio central se llevase por delante a Marcelo con un claro patadón en el área.

Fue Benzema el que asumió la responsabilidad, aunque el encargado número 1 de lanzar penaltis en el Real Madrid es Sergio Ramos. El camero, de nuevo pitado con una alta intensidad de decibelios en el campo del Betis, se quedó en un segundo plano para que el punta blanco rompiera su mala racha.

Su lanzamiento, extraordinario. Engañó por completo a un Joel que no estuvo ni cerca de adivinar su lanzamiento. Benzema disparó a su derecha, y el meta bético se tiró también hacia su lado derecho... al izquierdo por tanto del lanzamiento del delantero. Gol.

Y poco más, porque el Betis maniató al Real Madrid en ataque y solo un tiro de Mendy al larguero tras un par de rebotes y los centros laterales de Lucas Vázquez crearon incordios a la zaga bética. La madridista tuvo más problemas, con Joaquín fallando lo infallable y con Sergio Ramos dando facilidades.

El camero fue al mediocampo en una acción que acabó con él perdiendo el cuero y con Tello batiendo a Courtois para poner en el tanteador el 2-1 que a la postre sería definitivo.

A pesar de los intentos del Real Madrid por igualar el envite, la derrota les deja de nuevo por detrás del Barça y con la ventaja que tenían tras el Clásico completamente perdida. Los de Setién, líderes.