Argentina vuelva a una final de un Mundial por primera vez desde 2014 en la que probablemente sea la última aparición en la Copa del Mundo de Leo Messi. La expectación de los argentinos es mayúscula y los que quieren entrada para la final son tantos que no entran en el estadio.
Cientos de argentinos hicieron cola desde el día anterior para conseguir la codiciada entrada para el encuentro ante Francia, pero pasadas unas horas la organización anunció que ya no quedaban más y los aficionados albicelestes se echaron encima pidiendo más.
"¿Y las entradas que tenían Marruecos o Brasil?", argumentaba un aficionado con un miembro de la organización sobre la cantidad de entradas que tenían otras selecciones para los partidos. "Tengo 84 años y quiero estar en esta", comentó otro argentino.
Hasta a la federación argentina han pedido que hagan por conseguir más entradas, pero la realidad es que actualmente no hay más a la venta, salvo cambios de última hora.