Ousmane Dembélé está ante su última temporada en el Barça. O, más bien, está ante sus últimos meses como jugador azulgrana. El motivo, que no ha renovado y no parece tener intención de hacerlo, y el futbolista que en el mercado de invierno intentaron colocar hasta el último día es quien está levantando al Camp Nou con sus actuaciones más recientes. La última, ante Osasuna.

Porque el francés, que nadie sabe si es zurdo o si es diestro de lo bien que maneja ambas piernas, ha cambiado los pitos por los aplausos de la hinchada culé. Porque sí, le pitaron, hace no mucho. Hasta que llegó el partido ante el Athletic y se lució en apenas 20 minutos.

Fue una actuación simplemente espectacular, con gol y asistencias. Y con asistencias siguió gustando y gustándose. Otro par de ellas sumó ante el cuadro de Jagoba Arrasate, un Osasuna que no sabía cómo parar al francés por una banda, la derecha, que hizo completamente suya.

Volvió loco a todo aquel que se le acercaba, y en 30 minutos se exhibió en un partido en el que el Barça rozó eso que tanto quieren recuperar. Rozó un juego coral, sin fisuras en defensa y con imaginación en ataque. Dejando que fluya el talento. El 1-0 desencadenó todo.

Fue de Ferran, y de Ferran también fue el segundo a pase de Dembélé viendo cómo tenía el carril izquierdo abierto el ex de Man City y Valencia. Control, tiro y gol. Primera asistencia.

La segunda, extraordinaria. Con la rosca perfecta para que llegase Aubameyang, pusiera el pie para desviar justo el cuero y anotar el tercero.

El partido estaba resuelto, y el tridente de Xavi, con Dembélé, Aubameyang y Ferran funcionó a la perfección ante un Osasuna que se llevó cuatro del Camp Nou.

¿Se pensará el francés su renovación? ¿O tiene decidida su marcha a coste cero a quizá el PSG? El Barça tiene al Dembélé que fichó... cuando apenas quedan meses para su posible adiós.