Antoine Griezmann volvió al Camp Nou. Volvió el del Atlético. El que brilla. El que destaca. El que, con los colores rojo y blanco, se convirtió y se ha vuelto a convertir en uno de los mejores de LaLiga. Sí, ese fue el Griezmann que volvió. Y ese fue el que nada más comenzar el partido estuvo a punto de marcar uno de los golazos del curso.

Porque apenas se llevaban segundos cuando el galo estuvo a punto de poner al Barça en un problema. De poner a los de Xavi con un 0-1 en contra ante un rival que saben que regalar regala poco. Y estuvo a punto de hacerlo con una obra maestra.

Fue en una mala salida de Sergio Busquets cuando Ángel Correa recuperó el balón. En una acción eléctrica, el cuero terminó en Griezmann y no se lo pensó.

El francés, casi sin armar la pierna, sacó un zurdazo sutil, preciso y potente que superó por arriba a Ter Stegen. Sí, el gol parecía ser el final... pero no.

Porque la madera se interpuso entre Antoine y el 0-1 en el primer minuto ante el Barça. El larguero repelió el disparo del francés y el rechazo terminó con el peligro para las redes de Ter Stegen.

La primera acción del partido. La primera de un Griezmann que es el gran faro del Atlético en un curso en el que el Mundial le ha dado ese 'algo' para ser el líder sobre el verde de los de Simeone.