David Villa se despidió del fútbol como mejor sabe hacer, enviando el balón a la red. Fue su gol número 440, en la victoria por 4-1 del Vissel Kobe ante el Jubilo Iwata, el que puso punto y final a una larga lista que incluye honores tales como el de máximo goleador histórico de la selección española, con 59 tantos, cinco de ellos conseguidos en el Mundial de 2010, cuando ayudó a llevar la estrella de campeón del mundo al escudo de la camiseta.
Su último club, el Vissel Kobe, decidió rendir tributo a uno de los más prolíficos goleadores del Siglo XXI con un vídeo para el que contó con grandes futbolistas, amigos y excompañeros, junto a otras personalidades del mundo del deporte. Andrés Iniesta, Juanfran Torres, Pau Gasol, Raúl González o Sergio Busquets son algunos de los que definen al de Tuilla de la manera más sencilla e indicativa: "David Villa es gol".
El asturiano contemplaba, rodeado y abrazado de su familia, con emoción cómo Andrés Iniesta, compañero en el FC Barcelona, en la Selección y en el Vissel Kobe, recordaba la lesión que el delantero sufrió en la tibia durante el Mundialito de clubes de 2011. "Estuvo muchos meses fuera y el primer partido que jugó, contra la Real Sociedad, él hizo un gol y yo hice la jugada", comentó iniesta con un rictus emocionado al despedirse de su amigo.
Otro de los ilustres que recuerdan la brillante trayectoria de Villa es Cesc Fàbregas, quien apuntó que tras la lesión, era el propio 'Guaje' el que animaba al resto de sus compañeros. "Me fui a casa diciendo: este chico está hecho de otra pasta", confesó el actual jugador del AS Mónaco.
Rafa Nadal tampoco quiso perderse la ocasión de homenajear a David Villa, que conforme avanzaba el vídeo en las pantallas y megafonía del estadio japonés, la emoción vencía a su esfuerzo por contenerla. "Nos has dado muchísimos momentos de alegrías, ha sido un verdadero placer verte jugar y hacer cosas increíbles", resumía nadal el sentir de todo un país acerca de la figura del ya exfutbolista.
Como colofón, Luca Villa, su hijo, engalanado con la equipación de la selección española y con el dorsal que llevó su padre, le mandó un órdago. "¿Preparado? Ahora te toca enseñarme a mí. Quiero ser el '7' de España", bromeaba el pequeño vástago del asturiano.