La Juventus ganó al Genoa (3-1), pero Cristiano Ronaldo terminó desquiciado. Tras no haber logrado marcar a pesar de tener varias oportunidades, el luso se marchó a los vestuarios muy enfadado.

Por el camino, con cara de pocos amigos, lanzó la camiseta al suelo de la rabia. Camiseta que, por cierto, instantes después recogió un recogepelotas con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

Pero el enfado de Cristiano no se quedó ahí. Según ha informado 'La Gazzetta dello Sport', el exfutbolista del Real Madrid trasladó su cabreo a los vestuarios a la conclusión del choque. Dio varios puñetazos a la pared y se marchó sin hablar con nadie tras pasar por la ducha. Una reacción que el citado medio relaciona con su intención de dejar el equipo juventino a final de temporada.

Eliminado de la Champions y muy lejos del título en la Serie A, Cristiano parece haber dicho basta en la Juventus. Porque a pesar de la victoria de su equipo, su enfado fue mayúsculo.

"Cristiano estaba enfadado por no haber marcado goles. Vio que hubo ocasiones y es normal que un jugador de su nivel siempre quiera mejorar sus registros. Y si quieres mejorar, es normal que te enfades", comentó Andrea Pirlo posteriormente en sala de prensa.