Cristiano Ronaldo mostró una cara que no muchas veces se le ha visto en un terreno de juego. Sí, es un animal competitivo y eso se refleja en su cara y gestos, pero jamás ha estado tan cabreado como para tirar incluso el brazalete de Portugal. Eso justamente fue lo que sucedió en el duelo de los lusos ante Serbia.
Fue por una acción en el minuto 94, con un cuero que Cristiano mandó, o quiso mandar, a las mallas. El de la Juventus remató un balón cruzado de Mendes y, cuando ya entraba, Mitrovic evitó supuestamente el gol.
Supuestamente porque según el árbitro eso no entró del todo, pero las imágenes... El caso es que Cristiano, enfadadísimo, enfiló el túnel de vestuarios entre protestas y con una cartulina amarilla en su haber.
Tiró incluso el brazalete de capitán al césped en un gesto de desesperación que no hizo que el árbitro cambiara de idea.
Una vez terminado el partido, el portugués compartió en redes sociales su tremenda frustración por lo sucedido.
"Ser capitán de Portugal es de los mayores orgullos y privilegios de mi vida. Doy y daré todo por mi país y eso no cambiará, pero hay momentos complicados de afrontar", empieza Cristiano.
Luego, el luso concluye: "¡Levanta la cabeza y ves a por el próximo desafío! ¡Fuerza Portugal!"
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