Tras 15 días de encierro, ha comenzado el rescate: Aún no han empezado las lluvias torrenciales del monzón. Por ello, hay que aprovechar el momento. "No hay día mejor que el de hoy. Si no empezábamos la extracción en el día más beneficioso, podíamos perder la oportunidad", han destacado Narongsak Ossottonakom, jefe de la misión de rescate.

A las diez de la mañana, hora local de Tailandia, entraban en la cueva 13 especialistas extranjeros y cinco de la marina tailandesa. Unidos, como reflejaban en una foto publicada en redes sociales. Todo para llevar a los niños a casa. Las condiciones para el rescate son las mejores posibles, teniendo en cuenta las circunstancias.

Tras días drenando la cueva, los niños podrán hacer la mayor parte del recorrido a pie. Cada uno de los rescatados estará escoltado por dos buzos durante las más de cinco horas de trayecto, así que nunca estarán solos. Llevarán máscaras de oxígeno, y será uno de los buzos el que cargue con su botella. Además, irán amarrados a uno de los profesionales que irán guiados por la línea de vida.

Saldrán uno a uno, de forma escalonada. Sergún la prensa local, serán divididos en cuatro grupos; el primero, de cuatro personas; el resto, de tres. El entrandor saldrá en el último grupo. Si todo va bien, el primer rescatado podría salir de la cueva alrededor de las cuatro de la tarde, hora peninsular española.

Fuera de la cueva está todo listo para recibirles. La prensa ha sido desalojada, y la zona, cercada. Allí mismo, un grupo de médicos australianos les harán un primer chequeo. Una vez atendidos, serán derivados al hospital más cercano. Allí tienen reservada un ala entera para ellos y sus familias.