El campeón volvió a demostrar por qué es el campeón. Este Bayern Munich sigue siendo el equipo más en forma de la Champions League. Y lo demostró, de nuevo, con un Kingsley Coman que firmó un doblete brillante.

El cuarto, que terminó de hundir al Atlético de Madrid, fue una jugada maravillosa. Comenzó en el centro del campo, regateó a todos, y terminó superando a Jan Oblak. Y no fue su único detalle del encuentro.

En el primero, tras un pase perfecto de Kimmich, ganó la espalda a Trippier y definió a la perfección. Inapelable. Infalible. Como en aquella final de Champions ante el Paris Saint-Germain.

El Atlético pagó los errores de la primera mitad. En el primero anotó el francés y en el segundo Leon Goretzka no perdonó. En 41 minutos el Bayern ya había encarrilado el partido. Corentin Tolisso anotó el tercero con un disparo potentísimo desde la frontal.

El Atleti, impotente

El Atlético compareció en el partido. Ni mucho menos estuvo desaparecido. Tuvo sus opciones. Luis Suárez se hizo grande en ataque, pero el campeón demostró su pegada. No hay mejor equipo en Europa en estos momentos.

El colegiado le anuló un tanto a Joao Félix por un fuera de juego claro. El luso, en un partido discreto, no estuvo a su mejor nivel, lejos de lo mostrado en las primeras jornadas de LaLiga.

El Atlético, ante la superioridad manifiesta de este Bayern, luchará por la segunda plaza del Grupo A, donde el Lokomotiv de Moscú y el Salzburgo empataron en su partido.