"Antonio Cassano no jugará más al fútbol. Pido perdón a la ciudad de Verona, a todos los aficionados, al presidente Maurizio Setti, al director deportivo Filippo Fusco, al entrenador Fabio Pecchia, a mis compañeros, al cuerpo médico y al staff técnico. Para un hombre de 35 años, las motivaciones marcan la diferencia y en este momento siento que mi prioridad es estar al lado de mis hijos y de mi mujer", afirmaba el comunicado emitido a través del perfil de Twitter de su pareja Carolina Marcialis.

A Antonio Cassano, nacido al sur de la ciudad italiana de Bari, su olfato goleador le llevó a firmar por la Roma, Real Madrid, donde militó dos temporadas, AC Milan, Inter de Milán, Parma y Sampdoria, dejando en cada unos de los equipos señas de su personalidad.

El delantero italiano no ocultaba sus relaciones personales, además de comentarios inapropiados como su deseo de que "no hubiera homosexuales en la selección de Italia" para más tarde pedir disculpas por dicho comentario en 2012. Fabio Capello, quién le tuvo en su etapa con el Real Madrid, apodó como "Cassanata" los actos indisciplinarios que cometía el jugador.