Se vivieron minutos de terror en el Nuevo Mirandilla. Corría el minuto 81 cuando el partido se paró en principio sin motivo aparente. Poco después las miradas se centraron en uno de los fondos, en el que se encontraba un aficionado que acababa de sufrir un paro cardiaco, el motivo por el que se produjo el parón.

Del Cerro Grande, colegiado del encuentro, pausó el juego para que se atendiera correctamente al aficionado. Allí acudieron rápidamente el cuerpo médico de la Cruz Roja para atenderle. Además, a la ayuda médica se sumaron varios sanitarios que acudieron como aficionados al encuentro, aunque quisieron colaborar para salvar la vida al espectador.

Todo ocurrió en el fondo de la portería que protegía en ese momento Jeremías Ledesma, portero del Cádiz, que estaba viviendo las imágenes muy cerca. Entonces, el argentino corrió hacia la zona de los banquillos donde recibió un desfibrilador y lo llevó a la grada para ayudar a estabilizar al aficionado.

En el momento del caos, parecía que la intervención de Ledesma había sido clave para salvar la vida del espectador. Sin embargo, "el paciente ya había sido medio protegido" cuando llegó ese desfibrilador del argentino, como confirmó Hugo García, uno de los espectadores sanitarios que acudieron a ayudar al cuerpo médico.

La acción de Ledesma sirvió como complemento a una atención médica que ya estaba siendo realizada cuando el argentino realizó el noble gesto. El espectador finalmente pudo ser estabilizado y trasladado al hospital, donde se encuentra estable tras el paro cardiaco sufrido.