Hace 23 años tuvo lugar una escena, bochornosa escena, que es historia del fútbol español. Los protagonistas, Jesús Gil y José María Caneda, presidentes de Atlético y Compostela por aquel entonces, y el desenlace a todo un nudo lleno de insultos de la más diversa índole fue un puñetazo que el mandamás rojiblanco le soltó a Fidalgo.
Ahora, Caneda recuerda cómo fue todo. "Empezó a insultarme, y entonces y yo le dije que cómo un animal como él podía ser alcalde de Marbella", explica.
Además, cuenta por qué Fidalgo se puso en medio: "Me defendía a capa y espada. Cogió miedo a que me pasara algo y entonces se puso delante".
Eso sí, después del incidente, el puñetazo y los insultos tipo 'chorizo', 'hijo de puta' y demás, Caneda admite que todo acabó con final feliz. "A la semana siguiente hicimos las paces. Fue un extraordinario amigo y una gran persona, pero no sabía callar", afirma.
"Caneda, Gil, Lopera... era una fábrica de hacer noticias", concluye el expresidente del Compostela.