Avanzaba la temporada 2013/14 y un nombre en el Real Madrid comenzaba a destacar. El joven Jesé Rodríguez, de apenas 19 años, comenzaba a acaparar portadas, apariciones en los programas deportivos de televisión... y lo más importante: minutos en el Santiago Bernabéu.

Pero todo se torció el 19 de marzo de 2014. Aquel fatídico día, en un partido de Champions ante el Schalke, el canario sufrió una gravísima de lesión de rodilla que le tendría apartado de los terrenos de juego al menos seis meses.

Y ahí comenzó su pesadilla. Jesé jamás volvió a ser el de antes. Y lo intentó, pero no lo ha conseguido (al menos de momento). Y no parece que lo vaya a lograr.

Porque el Sporting de Lisboa, equipo en el que se encontraba cedido, ha decidido romper su contrato para devolverle de manera inmediata hacia el club al que pertenece, el PSG. Los parisinos pagaron 30 millones de euros por él.

En la liga portuguesa Jesé sólo ha anotado un gol en 741 minutos. Pero es que si se analizan sus números en los últimos años, la cifra no mejora: 9 nueve goles en cuatro temporadas.

Cuatro temporadas en las que ha pasado por Las Palmas de Gran Canaria, el Real Betis, el Stoke City y el Sporting de Lisboa. En ninguno de ellos ha sido capaz de demostrar que puede volver a ser aquel jugador que empezaba a enamorar al público del Santiago Bernabéu.

Su declive como futbolista siempre ha ido acompañados de sus constantes escándalos lejos del verde. Sanciones por saltarse las normas en sus equipos, peleas con los compañeros... Todo ello ha contribuido al descenso a los infiernos de un jugador que un día dijo, sin morderse la lengua, que iba a ser el mejor futbolista del mundo.