El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Rogério Caboclo, puede haber sentado un precedente clave para el futuro del fútbol femenino, al menos en términos de equipos nacionales.

El dirigente brasileño ha establecido una retribución simétrica tanto para los integrantes de la selección masculina de fútbol como para la femenina.

De esta manera, ambos combinados percibirán los mismos ingresos en concepto de premios, objetivos o dietas. Es decir, si las dos selecciones se alzasen con los Mundiales de sus disciplinas, los y las integrantes de ambos equipos recibirían el mismo importe.

"Desde marzo de este año, la CBF ha hecho un valor igual en términos de premios y tarifas diarias entre el fútbol masculino y el femenino. Es decir, los jugadores ganan lo mismo que las jugadoras durante las llamadas. Lo que reciben ellos por llamada diaria, las mujeres también lo reciben. Lo que ganarán con la conquista o la realización de los Juegos Olímpicos el año que viene será lo mismo que tendrán los hombres", afirmó Caboclo.

El caso de la 'canarinha' contrarresta claramente con otros combinados nacionales, como es el de Estados Unidos. A pesar de que las jugadoras del plantel americano, flamantes campeonas del mundo hace tan solo un año, han cosechado muchos más éxitos que el masculino, las retribuciones en ambos conjuntos son muy dispares, cayendo la balanza a favor del elenco de los hombres.