Ángel y el Nuevo Vivero son inseparables. Ni el estadio del Badajoz y lo que envuelve al club pueden vivir sin él, y él no pude vivir sin el Nuevo Vivero, literalmente, ya que se aloja allí como su domicilio permanente.

Debido a problemas económicos, Ángel se vio obligado a hacer un cambio radical en su vida con la ayuda del club de sus amores.

"Tenía que pagar agua, tenía que pagar luz... con 400 euros, y tenía que dar de comer a dos hijos", dice. "La verdad que lo he pasado mal. Llegar a casa y no llevar ni un solo céntimo...", explica.

Pero el Badajoz salió a la ayuda de su trabajador: "Hablaron con el alcalde para ver si me podían dejar esta vivienda, que estaba cerrada, y me tocó la lotería.

Desde entonces, tanto él como el resto de los integrantes de su familia viven en una de las esquinas dentro del estadio del club extremeño. Los cinco han pasado de estar en una situación limite a vivir a gusto en el que Ángel está orgulloso de decir que es su hogar.

"Esta es mi casa, esta es la puerta principal", comenta mientras se la presenta a Julio Suárez, a quien también le muestra su labor diaria. Ángel lleva 29 años en la lavandería del club y ya es famoso entre los aficionados del equipo que ahora milita en la nueva liga 1ª RFEF, la equivalente a la anterior 2ªB.

Los seguidores del Badajoz le reconocen como "un dios del Vivero" y "el más querido" del club, a lo que Ángel solo puede estar agradecido, especialmente a los que han hecho posible que pueda vivir dignamente: "El Badajoz es toda mi vida".