El partido entre el MVV Maastricht y el Roda JC Kerkrade, derbi de la Segunda división de Países Bajos, terminó en el minuto 42. Terminó porque fue suspendido, debido a la vergüenza ultra que protagonizaron los radicales de ambos equipos.

Tal fue el bochorno que tuvo hasta que intervenir la Policía antidisturbios, que cargó contra varios de los ultras en las gradas.

Todo comenzó rápido, pues en los primeros minutos la megafonía del estadio ya intervino para pedir que se dejaran de lanzar objetos contra los jugadores.

Luego se tiraron cosas entre ellos, con lanzamiento de bengalas entre radicales acabando alguna de ellas sobre el campo.

Viendo eso, el árbitro paró el duelo y mandó a los jugadores a vestuarios, con la seguridad privada del estadio tratando de detener a los hinchas que saltaron al campo para ir a la grada en la que estaba la afición rival.

Tras todo el bochorno, las autoridades ordenador el desalojo del estadio para la suspensión definitiva del partido.

"La rivalidad es buena, pero hay que mantenerse dentro de los límites. Lanzarse bengalas no tiene nada que ver con el futbol", dijo el entrenador del VV Maastricht.