Por penaltis. Tras 120 minutos de puro fútbol. De alternativas. De goles y de postes. Así se impuso el Betis al Valencia. Así se proclamaron los andaluces, con Joaquín levantando al cielo de Sevilla el título, campeones de la Copa del Rey 2021-22.
Comenzaron mejor los de Pellegrini. Mandando. Jugando un buen fútbol y presionando al Valencia tanto con como sin balón. Tras varias intentonas, al final llegó el gol de Borja Iglesias tras un remate de cabeza en el que Paulista no estuvo acertado al medir la jugada.
Y siguieron los béticos con la misma idea. Con la de ir a por el segundo ante un cuadro, el de Bordalás, que se apoyaba en Gonzalo Guedes para buscar acciones de ataque. Cuando mejor estaban los de Pellegrini llegó el gol del empate, obra de Hugo Duro.
Desde ahí, alternancia. Postes, ocasiones y ningún equipo haciéndose con el mando del partido. Lo intentaron, pues ambos tuvieron no pocas ocasiones de gol que no lograron materializar. Al final, tras 90 minutos, empate a uno.
Tocaba prórroga. Ahí fallaron las fuerzas. Ahí ya se notaba ya no solo el esfuerzo del partido sino de toda una larga temporada para ambos clubes. Los penaltis eran el final del camino para uno de los dos.
Ni uno solo falló el Betis, con un Miranda que marcó el quinto y definitivo lanzamiento. Por el Valencia falló Musa, que mandó el cuarto disparo a las nubes de La Cartuja.
Lágrimas en el Valencia, y felicidad en un Betis que ya tiene en sus vitrinas una nueva Copa del Rey.