El entrenador del Sevilla, el argentino Eduardo Berizzo, afirmó tras el 2-1 logrado ante el Spartak que la derrota sufrida en Moscú (5-1) en la anterior jornada les "obligó a ganar" y que ahora el equipo depende de sus resultados para estar en los octavos de Champions.

Berizzo, en la sala de prensa del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, comentó que "Champions, y el fútbol mismo a este nivel, demostró que no hay rival fácil" y que por ello "siempre hay que tener la guardia alta".

"Hay una historia que defender y tenemos una historia de mucho prestigio", apuntó el preparador sevillista, quien añadió que necesitan "otra victoria ante el Liverpool en casa -próxima jornada- y después acabar en Maribor".

Berrizo se refirió "a la mística y el espíritu que se contagia en el Sánchez Pizjuán" y que ello ayuda mucho a los futbolistas para ganar los partidos, algo que ya sufrió "cuando venía como rival".

El entrenador sudamericano, preguntado por si el equipo había recuperado la senda perdida hace unas semanas, señaló que "se recondujo la situación -tres derrotas seguidas- con tres victorias que incidieron en la clasificación tanto en LaLiga como en la Champions, pero siempre hay que jugar a un ritmo muy alto y siempre levantar la guardia y esperar lo que viene".

"Creo que este partido debimos sentenciarlo antes y no tener el sufrimiento del final", lamentó Berizzo, quien añadió al respecto que su equipo hizo en "unos sesenta o setenta minutos un gran partido ante un rival que juega bien".

El entrenador del Sevilla también se refirió a los tres jugadores que tuvieron que dejar esta noche el terreno de juego con dolencias físicas, y aclaró que "Sarabia tuvo una torcedura de tobillo pero la sustitución fue más por fatiga" y que los argentinos Gabriel Mercado y Éver Banega sí que tienen algo mas complicado, "contracturas en los isquios".