En la victoria de Jorge Wilstermann ante Bolívar por 2-0 se produjeron unas imágenes lamentables cuando apenas restaban cinco minutos para la conclusión del choque.

El futbolista Riquelme le lanzó la pelota a la cabeza de Serginho y entonces comenzó una batalla que duró varios minutos y que terminó con solo dos expulsados.

El fútbol boliviano ha condenado estas imágenes, en las que se pueden ver numerosos empujones y enfrentamientos entre los dos equipos. Ningún futbolista se ha librado de las críticas.