La final del Torneo de Limoges entre Francia y Polonia sub-18 acabó de la peor firma posible: con una batalla campal entre ambas selecciones, teniéndose que dar el partido por finalizado a falta de 10 minutos de llegar al 90.

Con 2-3 en el marcador en el minuto 76, Francia ya jugaba con ocho jugadores tras tres expulsiones en los minutos anteriores por duras entradas. Sin embargo, en ese minuto el jugador francés de 16 años Darnell Bile hizo otra falta muy dura que le costó otra tarjeta roja a su selección.

La reacción del jugador polaco fue de levantarse y encararse con el francés, y fue entonces cuando el galo le soltó un cabezazo en la cara a su rival, provocando una tangana entre ambos equipos.

Durante la batalla campal, se puede ver como un miembro del cuerpo técnico de Polonia cubre con su cuerpo al jugador polaco que ha recibido el cabezazo, para evitar así que reciba más golpes. También se ve a los jugadores franceses en círculo hablando entre ellos, lamentando quizás el bochorno sucedido.

Esta cuarta expulsión supuso que tuviera que finalizar el partido ya que Francia se quedó con siete jugadores. Por ello, Polonia ganó el título juvenil con un resultado de 2-3.

El seleccionador del cuadro francés se mostró duro con la actitud de su equipo al final del partido: "Desafortunadamente, estas cosas aún nos pasan. Para algunos, esta fue la última vez que vistieron la camiseta 'Bleu' porque necesitan entender antes algunas cosas. También hubo jugadores que mantuvieron la calma y trataron de calmar las cosas. Ahora toca analizar quién se comportó correctamente y quién no. Habrá castigos".

Además de Darnell Bile en el 76, también fueron expulsados Ilyes Housni, Jeanuel Belocian y Malang Gomis en los minutos 55, 61 y 72, respectivamente. Dada la gravedad de los hechos, existe la posibilidad de que ninguno de los cuatro vuelva a vestir la camiseta de la selección francesa.