Cayó el Real Madrid. Y cayó el Barcelona. Los dos grandes de la liga española están eliminados de la Copa del Rey. El último, el Barça salió derrotado de San Mamés con un gol en el descuento de Iñaki Williams.
El partido se encaminaba a la prórroga. Y el culpable era Unai Simón, que firmó dos paradas decisivas ante Antoine Griezmann y Leo Messi. La segunda, al argentino, con el pie en un mano a mano.
Pero no hubo prórroga. Iñaki Williams asomó en el área y metió la cabeza a un centro de Ibai desde la izquierda. El remate, cruzado, rozó el palo. Ter Stegen hizo la estatua ante el testarazo del delantero bilbaíno, que fue un puñal durante todo el encuentro.
El cuadro de Quique Setién, nervioso todo el encuentro en el área técnica, perdonó y lo acabó pagando caro. Messi, con los brazos en jarras y la mirada perdida, observaba cómo los jugadores del Athletic celebraban en el córner el gol que les daba la clasificación para las semifinales.
La semana ha sido fatal para el Barcelona. Las declaraciones de Abidal sobre el "poco trabajo" de los jugadores, la reacción de Messi en Instagram... y ahora esta durísima eliminación. El Barça, como el Madrid, está fuera del torneo del KO.